Pues bien, aprovechando que tenía un montón de fresas y el horno encendido he probado a hacer fresas asadas. ¿Queréis ver el resultado?
Lavamos y cortamos las fresas en cuartos. Las colocamos en una bandeja para horno y añadimos la miel por encima, removemos un poco y las metemos en el horno 180ºC con calor arriba y abajo durante 15’. Deja que se enfríen y luego las puede utilizar enteras o triturarlas un poco con la batidora para que queden con textura de compota.
Están riquísimas con helados, yogures, mousses o incluso en tostadas como una mermelada. También se puede congelar.